Balbiani, Butler, Canil, Luna Butler y Radrizzani
Profesores: Martin y Vicky
CALLES
CUADRÍCULA
La forma de la cuadrícula de Lima estuvo evidentemente condicionada por las características geográficas particuales de la ciudad. Esta, se asentaba sobre tierra fértil y relativamente plana. Tambien estaba delimitados parcialmente por el río Rimac, haciendo que tengan un límite natural que tambien los condicionaba, no sólo para su organización urbana, sino que también les daba muchos beneficios agricultores. Todo este entorno que se complementaba en su interior con grandes áreas verdes, consolidó una ciudad que combinaba orden y funcionalidad a la vez. La muralla, al mismo tiempo, resaltaba mas todavía este concepto de cuadrícula compacta y organizada. Es por esto que la cuadrícula y las calles que son parte de ellas fueron pensadas como una respuesta a este entorno que lo condicionaba.
“La impresión de semejanza que habitualmente provoca la apreciación de las ciudades hispanoamericanas no deriva solamente de la uniformidad de su diseño geométrico, sino también de la regularidad de la medida de su módulo, la ‘cuadra’.”
Podemos decir que uno de los elementos más característicos de la Lima virreinal son sus calles, organizadas en una retícula ortogonal cuidadosamente planificada. Esta cuadrícula, heredada del modelo de ciudad hispánica establecido por las Leyes de Indias, no solo responde a un criterio geométrico, sino que cumple una función fundamental en la estructuración del espacio urbano. Las calles no son meros canales de circulación, sino ejes que articulan jerarquías sociales, funciones económicas, políticas y religiosas. Y no solo eso, sino que también estaban pensadas para la circulación de transportes de guerra, brindandole a Lima, una gran defensa. Además, en los contextos de catastrofes o incendios, también simplificaba las tareas de reconstrucción, como ocurrió tras el gran sismo de 1746.
En el corazón de esta cuadrícula se encuentra la Plaza Mayor, punto neurálgico desde el cual se distribuyen los principales edificios del poder virreinal: el Palacio de Gobierno, la Catedral, el Cabildo y diversas sedes administrativas y religiosas. Desde este centro simbólico y funcional, las calles se organizan en un patrón regular que otorga orden, control y legibilidad al territorio urbano.

Plano de Lima 1688, Joseph Mulder

Plano escenográfico de la Cuidad de los Reyes 1740
Sin embargo, podemos notar una irregularidad que aparece en el trazado urbano de Lima es que, a medida que nos alejamos hacia las zonas rurales, las manzanas adoptan formas irregulares y las calles pierden su alineamiento, rompiendo con la rigidez geométrica del damero inicial. En las áreas cercanas al centro, las calles y manzanas respetan un orden regular y simétrico, pensado para expresar jerarquía, control y racionalidad colonial. Sin embargo, al extenderse hacia los bordes de la ciudad y el campo, esta lógica se diluye frente a las condiciones topográficas, la ocupación informal del suelo o la expansión no planificada. Así, la geometría de Lima se convierte en una representación visible de su estructura social y funcional, con una retícula organizada en torno a la plaza y un entorno periférico que escapa gradualmente a ese orden central.

Plano de la cuidad de los reyes para los Consejos de Guerra de Su Majestad 1626
“El trazado en damero impuesto por la colonización española obedecía a un deseo de orden y control sobre el territorio conquistado. Las calles rectas, de ancho regular, permitían tanto la circulación eficiente como la vigilancia y jerarquización de los espacios.”
Como señala Bromley en La Evolucion Urbana de Lima, esta regularidad en el diseño urbano respondía a un modelo impuesto desde el poder colonial, en donde cada elemento del espacio, desde la forma de las calles hasta la ubicación de las plazas y edificios públicos, debía obedecer a un principio de racionalidad. La cuadrícula compacta, encerrada por la muralla, reforzaba este sentido de unidad territorial, permitiendo una lectura clara del entramado urbano y una delimitación efectiva de los sectores según funciones o estatus sociales.